Salvador Quishpe, prefecto de la
provincia de Zamora Chinchipe, manifestó su solidaridad con los trabajadores de la empresa minera
ECSA de capitales chinos y canadienses por su arbitrario despido a 11
trabajadores de dicha empresa. No es la primera vez que ocurre esto, siempre
estamos escuchando este tipo de falta de respeto a los derechos laborales de
los trabajadores de ECSA, por lo que de manera permanente estamos reclamando que
se respete esos derechos irrenunciables de los
trabajadores”, dijo el prefecto Saraguro.
Salvador Quishpe dijo que, “si bien no está de acuerdo con el proyecto Mirador que se desarrolla en Tundayme, cantón El Pangui, por ser un proyecto, cuyas concesiones han sido entregadas inobservando el mandato constituyente minero, la Constitución y más leyes vigentes; lo que ha motivado que la Contraloría realice las auditorías correspondientes y dicte un informe definitivo en el que se recomienda a los ministerios competentes a dejar sin efecto dichas concesiones a favor de ECSA. Sin embargo, no por eso puedo callar cuando veo estos atropellos reiterativos en contra de los derechos de los trabajadores”, dijo el prefecto zamorano.
El prefecto indígena manifestó su rechazo a las actitudes de ECSA por el derrocamiento de una escuela y una capilla de la comunidad de San Marcos. Esta es una prueba de cómo la empresa que dice dar “el trato justo” a las comunidades y sus trabajadores, sin embargo en la práctica es todo lo contrario. Esperamos que el gobierno nacional en apego a la Constitución y la ley proceda a aplicar las recomendaciones dadas por la Contraloría, dejando sin efecto las concesiones a favor de ECSA y de esa manera se haga respetar la soberanía nacional, dijo Salvador Quishpe.
Finalmente, el prefecto zamorano ratificó que los únicos ilegales de la zona son las empresas ECSA y sus aliados chinos. “No lo decimos nosotros, lo dice la misma Contraloría. Por lo que el Gobierno Nacional debe encontrar las formas de proteger a sus ciudadanos y no a los ilegales extranjeros asentados en nuestro territorio, quienes seguramente repetirán la triste historia de Chevron ahora en la Cordillera del Cóndor”, dijo Salvador Quishpe.
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